Voy a sentarme
en el quicio de la lluvia
la ausente
frente a la puerta
que se abre
a esa otra habitación
donde aún conversan las ausencias
sobre una historia no vivida
que es la justificación
para no perecer con la tarde.
en el quicio de la lluvia
la ausente
frente a la puerta
que se abre
a esa otra habitación
donde aún conversan las ausencias
sobre una historia no vivida
que es la justificación
para no perecer con la tarde.
2 comentarios:
Un hermoso poema. Hermoso y profundo, como debe ser todo buen poema.
Un fuerte abrazo.
Distraernos con el sol del mediodía para no ver llegar la oscuridad...es la mejor fórmula para esta pobre humanidad. Poema filosófico de punta a punta.
Saludos amigo.
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