Algo queda de mí
en los cristales empañados
por mi desasosiego
en la ventana de la mirada suicida
del que recoge la renuncia del piso
la envuelve
y arroja al primer contenedor de basura
de esa calle
precisamente de esa
donde debió
liberar su cráneo
de la presión del fracaso
Ahora
yo soy ese
que resucita
y asciende
como un ángel.
en los cristales empañados
por mi desasosiego
en la ventana de la mirada suicida
del que recoge la renuncia del piso
la envuelve
y arroja al primer contenedor de basura
de esa calle
precisamente de esa
donde debió
liberar su cráneo
de la presión del fracaso
Ahora
yo soy ese
que resucita
y asciende
como un ángel.
1 comentario:
Un texto con mucha potencia. Impresionante.
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