Un sesgo triste de guerra hay en los ojos de la paloma que no sabe qué hacer con la rama mientras revolotea sobre el paisaje de la amenaza cotidiana que como una enredadera voluntariosa asfixia a los árboles inmóviles y enrumba hacia la luz para sobrevivir matando y hay un grito sordo a través de las risas nerviosas de los que pasean pues temen que de repente la luz explote y algo se nos muera más allá de la falsa muerte y veamos el cadáver tiznado de la paloma entre otros cadáveres como premonición del futuro que se muere sin llegar a presente el sesgo ya no es sesgo es paisaje y llueve cenizas de nubes improvisadas y después del rayo los que aún vivimos esperamos como niños aterrados.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
domingo, 3 de abril de 2016
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
3 comentarios:
Precioso poema premonitorio. ¡El poeta se adelanta al presente!
Un cariñoso saludo.
Ahí está, hermano, la angustia de nuestro tiempo. Has logrado condensarla, no obstante su complejidad, con una gran precisión. Gran texto.
Siempre es un placer leer tu arte
Un beso
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