Granitos
de
dulzura
en lo
amargo
despiertan
a las
hormigas
del
traspatio
de mi
infancia.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
2 comentarios:
Al parecer cuando uno es niño, se fija en lo más pequeño también. Nosotras coleccionabamos chinitas negras con pintas rojitas, pero nunca las matamos eh:)
Cariños
mar
Muy hermoso recordar esas hormiguitas, que son todo un símbolo.Muy bella
también la forma de hacerlo.
Un abrazo.
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