Imagen descargada de la Red.
Árbol color temblor
en la hechura del horno de la tarde
luz
y polvo
mal momento para invocar
el espíritu del agua
o el húmedo sabor
de las nubes pródigas
Pero el árbol hechiza
y da una referencia
entre los espejismos
la sed
y las dunas que arden.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
jueves, 5 de septiembre de 2013
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
5 comentarios:
¡Ay!...ese color temblor, que has encontrado y que yo coloco a mil cosas. Precioso tu poema de lo tórrido.
Besito volado.
Tu poema, temblor de olas de arena, siempre es profundo y misterioso, tu estilo siempre breve y preciso...alegría de leerte y sentirte, un abrazo.
Muy bueno, Andrés. Admiro la fidelidad con que el poema, captura la imagen en palabras; y cómo, en esa réplica verbal, la imagen se abre a significaciones profundamente humanas.
Un abrazo, amigo.
Es maravilloso el misterio con que envuelves a ese árbol y nos lo trasmites. Me parece verlo, tembloroso, en medio de la arena, como diciéndonos algo que no debemos ignorar.
Un abrazo.
Abel German
También los árboles sufren de espejismos…
luz, polvo, sed y las dunas que arden.
Bello homenaje a este noble y silencioso gigante.
Me gusta tu estilo poético
Felicidades.
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