Allí
en el andamio del dolor
saborea vértigos
y vomita
demasiado amargor
demasiado
Luego cae
cae
y nadie grita
todos caen.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
6 comentarios:
Todos, alguna vez hemos caído, desde lo alto de ese andamio.
Abrazos.
Y seguirán cayendo acompañados del silencio. No queda ánimo de gritar.
Saludos Andrés.
Suena a desesperanza total, demasiada tristeza poeta. Un abrazo desde Uruguay con cariño.
Sí, Andrés, es un texto triste, pero que leo como una advertencia. Acaso convenga recordar que esa caída existe. Quizá permita valorar mejor lo que la antecede.
Un fuerte abrazo.
Abel German
Implacable visión. No tiene siquiera el alivio de un signo de interrogación. Como debe ser.
Excelente, amigo. Un fuerte abrazo.
Hay momentos en que no solo las enfermedades físicas nos hacen saborear esos vértigos…Con las del alma, siempre vomitas para adentro y nadie grita…ni siquiera el actor.
Amigo, dejo mi despedida en mi último post. Ha sido un privilegio el haberte conocido, te voy a extrañar.
Abrazos calurosos.
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