martes, 29 de julio de 2014

Atreverme con la herida.

Hasta que no me atreva con la herida


no sangraré un verso que valga la pena


solo lameré cicatrices


intentando borrarlas


y olvidar


que he vivido para dar vida al poema.

5 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Para que nazca un poema se debe sangrar hasta el límite...
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ése es un sentimiento (o, si cabe un "descubrimiento") de madurez como poeta. Sí, hermanito, por suerte o por desgracia, los mejores versos surgen del recuerdo de las grandes pasiones, y no hay mayor pasión que las que producen heridas que, por mucho tiempo que pase, no cicatrizan.

Un abrazo.

Abel German

Unknown dijo...

Tal vez la herida sea muy dolorosa, pero terminó en un poema maravilloso.
Saludos.

guillermo borrás dijo...

todo verso vale ya la pena por el mero hecho de serlo, todo poema es el sino del poeta.

un abrazo grande

Mercedes Ridocci dijo...

Buen poema, amigo.
Un abrazo.

Calavera.

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