domingo, 14 de abril de 2013

El último cuervo dormido.

                                                                  Imagen descargada de la Red.




Y allí estaba

el último cuervo dormido

en el cable oscuro de la lluvia

más allá de la tarde

al margen de cualquier nostalgia

como un suicida arrepentido

soñando con muertes ajenas

con ojos ajenos

y otras soluciones

que no caben en este poema.

3 comentarios:

Nadia dijo...

Solitario e intentando no pensar en cómo la vida a veces no es más que muerte.

Saludos!!

Anónimo dijo...

Una bellísima (y triste) alegoría, Andrés. Un enfrentamiento a la soledad con las soluciones posibles que, sospecho, son las que se encuentran fuera del poema, en cada último "cuervo" que se queda dormido en esos cables oscuros bajo la lluvia que hay en los sitios más insospechados del mundo.

Gracias y un abrazo.

Abel German

Pilar Cárdenes dijo...

El vacío de la honda soledad no buscada es una muerte sin cadáver.
Un placer leerte.

Saludos

Calavera.

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