Recordando a Matisse
Sé que mis palabras no son música
aunque haya ritmo en mis palabras
y pasos de íntima danza
en el salón de la luz
pero te doy mis palabras
como invocación de la música
como invitación a la danza
Yo
y
Tú
en ese salón.
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Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
jueves, 25 de abril de 2013
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
5 comentarios:
música, danza, amor, vida... benditas palabras que todo lo crean.
Un abrazo, Andrés.
Qué es la vida sino una danza continua?
Danzad,danzad, aunque la música sólo suene en vuestro corazón.
Besos.
Hola, Andrés:
Cuando el amor está de por medio, las palabras son música.
Un abrazo.
Las palabras son belleza, esperanza, ánimos. Para mí las palabras son todo lo que dices y más, mucho más.
Un abrazo :)
De nuevo aciertas, Andrés, con tu magnífico y bello poder de síntesis. Algo que, en el fondo, es el alma de la poesía.
Otro abrazo.
Abel German
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