Huele destino
en esos panes
que masticas
hay una dimensión
de necesidad cumplida
un mandato
pero
siempre está lo que llama
y si uno no acude
le devora otra hambre.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
5 comentarios:
Hermoso poema, Andrés, tan bellamente ilustrado. Me detengo en los tres últimos versos. Siento que nos devuelven la inocencia, que nos absuelven.
Un fuerte abrazo.
toda una metafora
Un sencillo y hermoso canto al llamado destino que, como bien dices, es una especie de hambre (de mandato), algo a lo que no podemos escapar. Otro de tus grandes aciertos.
Abel German
Destino igual Esclavitud…
Siempre habrá una excusa para borrarnos.
profundidad y certeza.
Abrazos Andrés, buen día.
Se arrastran mis ojos por el territorio del asombro de tus dunas; escucho tu voz muda, densa como el silencio, profunda como el vacío.
Impacta la belleza disfrazada de palabra y me conmueve.
Las soledades compartidas se agradecen.
Encantado.
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