No debes apresurarte si has vuelto
no debes decir perdóname
ni nada
no te desvistas
me he acostumbrado
a imaginarte desnuda
a soñarte
No te apresures
por favor
tengo que cambiar de costumbre.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
6 comentarios:
Qué belleza este poema!!!
Hermoso poema, Andrés. Ilumina un concepto,casi nunca abordado, con solvente belleza.
Excelente.
Sucede que hay sueños tan reales que no necesitamos lo tangible…la imaginación cobra fuerza con emociones sentimientos que se desborda en el mismo fuego.
Me despido por unos meses y dejo chispas de fuego en mi última entrada de Dulcineas. Abrazos y pases un lindo verano Andrés.
Es lo que tiene la costumbre: Que hace esperar al deseo.
Buenos versos .
Un abrazo.
Unos versos que se pueden tocar. Bellos.
La palabra en ocasiones también se instala en otra oquedad que algunos llamamos alma.
Un saludo
Un hermoso poema que, con la brevedad exquisita y sugestiva de tus mejores poemas, trasmite un sentimiento complejo que, buena poesía al fin, cada cual asume a su modo.
Un abrazo.
Abel German
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