lunes, 5 de mayo de 2014

Error en la búsqueda.


Me vine al desierto

a buscar la inocencia del paisaje

 

Pero

mi memoria pobló las dunas

con sus más íntimas invenciones

edificó mi ego

espejismo entre espejismos

y lloré en un oasis desolado

el horizonte de mis carencias

 

Mientras

el viento susurraba a las palmeras

la contraseña del instante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, Andrés, es imposible dar con la auténtica inocencia de cualquier paisaje, la "verdad" o la esencia de algo. Todo nos llega contaminado por la memoria y la imaginación (que van juntas). Un gran aserto dicho con exactitud y belleza; dos atributos de buena poesía.

Un abrazo.

Abel German

Unknown dijo...

Me encantó...

guillermo iglesias dijo...

Sí, Andrés, uno lleva su paisaje a cualquier geografía. Bello y certero poema.
Un abrazo, amigo.

Guillermo Iglesias

Unknown dijo...

Siempre es un placer leer a aquellos que tienen la habilidad, el coraje, y el amor, de dejarse llevar por las palabras.
Me gustó mucho.
Si me lo permites, desde hoy te sigo.
Saludos.

guillermo borrás dijo...

hola Andrés,


tu poesía se ve, es fotográfica, un aliento visual; y un agradable viaje de los sentidos, un reposo a la vez que una agitación.

gracias

pues sí, se me tragó el espacio-tiempo, mas sigo tu consejo!,

íun abrazo compañero!

Guillermo Borrás

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