sábado, 6 de julio de 2013

A través de espejos en llamas.

                                                                  Imagen parcial del Sol (Edición imagen de la Red)


 

Veo

como mi cuerpo pasa

a través de espejos en llamas

con su bolsa de años                                                   

pesada

y el esqueleto resentido

la mirada triste

la piel

fláccida

manchada

es como asistir al lugar del crimen

y no encontrar ni una huella

ningún desliz

de las horas gratas

solo el lugar

sangrado

revuelto

contaminado  de olvidos

y perros que ladran.


4 comentarios:

Moon dijo...

llegado a ese punto la consistencia suele revelarse ingrávida, por eso ladran los perros ... pero está.
Los olvidos están tan presentes.

Me ha gustado leerte, cada verso provoca una replica...
Un saludo.

Anónimo dijo...

Muy precisos los versos,con exactitud de contenido,vuelven los espejos del tiempo ,donde los olvidos nos recuerdan por siempre, el fuego de la vida ...Seguimos en contacto...un abrazo hermano...

Anónimo dijo...

Un poema impresionante. Esos espejos en llamas efectivamente comienzan a arder en determinado momento, y todo es, como bien dices, una especie de retorno al lugar del crimen. Pero allí solo quedan ese desorden, esos olvidos y esos perros que ladran. Imposible decir algo tan terrible con más exactitud, mesura y belleza.

Un fuerte abrazo.

Abel German

Guillermo Iglesias dijo...

Es una mirada implacable, los versos finales son desoladores. Y, sin embargo, siento que algo atraviesa indemne esos espejos. Creo que la poesía es un registro de huellas que renueva el lugar del crimen y lo enajena de la usura del tiempo.

Un abrazo, amigo Andrés.

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