Las pequeñas ternuras
de cuando la palabra hace mutis
para dejar hablar al roce
un aquí estoy
este es mi calor
el hogar de mi piel
para tu frío
Las pequeñas
y arropadoras ternuras
de esas miradas
que nos absuelven
con una idolatría callada
llama
calidez en la confianza
Esos silencios nuestros
que nos salvan.
3 comentarios:
Las palabras no siempre son necesarias para el entendimiento.
Un beso.
En tu poema, Andrés, esas pequeñas ternuras ("esos silencios nuestros") se engrandecen; adquieren el valor que realmente tienen y "nos salvan".
Un abrazo.
Abel German
Hermoso tu poema,Andrés ... ternuras del alma ,que evitan hipotermias y olvidos ...y al final nos salvan de los miedos de estar vivos... seguimos en contacto...
Pedro Betancourt
Publicar un comentario