Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
2 comentarios:
Este es un poema de nostalgia. Un bellísimo poema que describe magistralmente ese sentimiento tan humano. Pero me sorprende su peculiaridad: habla de la nostalgia de un lugar que no se ha visitado. Nostalgia de ese lugar, que es algo más que el deseo de visitarlo. Porque al final París es un símbolo; en él se resumen todos los lugares que, de un modo u otro (por una razón u otra) llevamos en la memoria.
Andrés,
Yo estuve en París y, tal como lo dices, nunca he podido regresar... Coincido con Abel en que de alguna forma París, la idea de París, es todos los lugares anhelados... y no sólo los lugares, quizás también los sueños imposibles, y los no tan imposibles. Hay un París así, de sombras y de luces en mi corazón... a él quiero llegar, en ese París no he podido terminar de llegar, y ya siento que no quiero irme de él nunca más.
Un abrazo, Señor! Felicidades por tu blog (y gracias por visitar el mío!)
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