Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
lunes, 15 de febrero de 2010
No podemos escapar de la noche.
¿Sabes a qué huele la noche? No, no lo sabes, no lo sabrás. Es sólo un olor para incordiar, una insinuación punzante brotando de las paredes o goteando de guiñapos de nubes en la incomodidad de un cielo imposible. Viene de algún rincón de la memoria para manchar el instante, una vibración inoportuna con ínfulas de solemnidad. Huele a puta que no te soporta y te vende un orgasmo de oropel. Es un olor metafísico que se manifiesta en la peste de la vulgaridad, mezcla de orines y mierdas del arrabal, humedad, silencio y un prurito suicida que estremece. Esto no es un examen, por supuesto, no tienes que responder. Tal vez la noche huele como tú o como yo o como nadie o no huele. Pero no podemos escapar de la noche.
viernes, 12 de febrero de 2010
Nosotros y el samsara.
Yo
soy Tú de una vida anterior
Tú
el Yo de esa misma vida
Sí
algo ha cambiado
pero no lo esencial
Seguimos juntos
En la próxima
de nuevo Yo seré Yo
y Tú, Tú
Pero no te conoceré
ni me conocerás.
soy Tú de una vida anterior
Tú
el Yo de esa misma vida
Sí
algo ha cambiado
pero no lo esencial
Seguimos juntos
En la próxima
de nuevo Yo seré Yo
y Tú, Tú
Pero no te conoceré
ni me conocerás.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...

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