domingo, 13 de junio de 2010

El Día.


Un día

cierto día

de todos los días de la vida

el sabor del tiempo nos empalaga

y una arcada inútil

nos saca de las entrañas

los segundos mal digeridos

de tantos y tantos minutos

de tantas y tantas horas

de ese único día


El último.

8 comentarios:

Abel German dijo...

De nuevo haces un tratamiento novedoso de un tema que, como el tiempo y la muerte, forma parte de los grandes tópicos (y obsesiones) humanos. Y lo haces, como otras veces, con una economía de recursos asombrosa. Apenas once cortos versos te bastan para trasmitir el impacto de ese complejo, amargo y misterioso instante final.

Clara Schoenborn dijo...

Para ser "un poeta cansado" lo haces muy, pero muy, bien. Queda grabado como una herida, corta y profunda, ese último momento en el cual todos los momentos pasan su cuenta de cobro, como un relámpago fatal e imposible de detener. Estupenda condensación Andrés, me ha fascinado. Un abrazo te dejo.

Unknown dijo...

Pues bendito sea, si se pasa el dia cuanto antes, ja, ja, ja.

Un saludo

Tatiana Aguilera dijo...

El último día, creo que todos hemos pensado más de una vez en ese respiro final, tienes la habilidad de resumir en unos contados versos, esa fuerte carga emocional.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ese último día, es lo único real que sabemos que llegará,
sin dudarlo,
sin saber cuando...
pero sabiendo que llegara sin remedio alguno...

Merche dijo...

Y así, con la digestión, por fin, bien hecha, podemos descansar en paz.

Un saludo.

Justo Poe, seudónimo del poeta Frank Ruffino dijo...

Paso con agrado por tu espacio. Abrazos.

Andri Alba dijo...

Wow, me has dejado sin palabras, muy bonito post. Ese final del único día, me impactó. Gracias por compartir.

Un abrazo,

Andri

Calavera.

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