Me dijo que la noche era transitada por abismos. Yo lo sabía. La noche es un jugar con la muerte para afianzar la vida. Dije. Ella me miró dentro de sí, al que la habita, le sonrió. Ese yo está allá, a merced de su memoria. Estoy aquí, estuve tentado de decir, pero como a pesar de todo la sentía íntima, me identifiqué con el que la habitaba y afloró mi sonrisa. La noche se tornó atemporal, entre alegre y triste, rara. Besé a la que está dentro de mí. Ella besó al otro y los cuatro fuimos felices a pesar de la noche.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
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Calavera.
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I Cómplice lector este es nuestro poema Hay lunas quebradas dentro de nuestros ojos demasiadas flores mustias y andantes devorados por los c...
3 comentarios:
Maravilloso poema, Andrés. Con un toque de ironía y un ritmo que atrapa. Gracias por textos como éste.
Abel German
Prosa poética llena de originalidad e ironía, muy buena.
Gracias por volver a casa, Andrés. y por tu cariñoso comentario.
Un abrazo
Elvira
Una prosa muy creativa, me gusta.
Te agradezco por seguirme yo te visito y me quedo. Besos
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