Hay un límite muy breve entre el buen tiempo y la lluvia, entre la última certidumbre y la próxima mentira. Es natural no saber lo que no se sabe, así todo es más fácil. Las puertas son ausencias donde se aniquilan los muros y pasar a través de ellas es dividirse, saltar sobre uno mismo para reconocerse en la imagen subversiva de los otros. Cada cual me percibe a su manera y yo lo atrapo, pero no puedo prohibirle me ubique en sus silencios según sus intereses. Acaso para algunos, soy ese que he querido ser y no el que yo pienso que soy, ellos y yo estamos equivocados. Ser es demasiado difícil y nos consuelan los disfraces, con la extraña ilusión de que podemos evadirnos. Los muros son puertas que se han cerrado o lo creemos. Sólo existimos fragmentados, por eso soñamos con Dios, con Dios que está jugando y un día, entre otras cosas, nos compone más allá de los límites.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
martes, 27 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
Si alguien se suicida antes del amanecer.
sábado, 17 de abril de 2010
Cuando digo ciprés.

Cuando digo ciprés esgrimo una alternativa
y los cimientos de la edad
revelan una desconocida intuición entre fronteras...
Digo piedra
y ocurren fundaciones crímenes y
desgarros
el poema se legitima en un muro
donde las buenas intenciones fusilan
y descubro el sentido de callarse
de traicionar con traducciones todas las invectivas
abrevar con el ombligo otras existencias
sucumbir a mis pasados soñados...
Digo vida y un desbande de territorios
profana olores y vigilias
hay galopes incendios
y violaciones que fecundan
costumbre devoradas...
Digo verdad
y todo se coagula
huestes de dogmáticos esparcen la revelación
dejando un rastro de adoraciones y cenizas
grandes templos donde las piedras
descalabran las percepciones...
Digo realidad y todas las palabras
me devuelven al ciprés
donde el verbo se deshace...
Me deshago...
viernes, 16 de abril de 2010
Los dientes del hechizo.
Morderás con los dientes del hechizo el largo vislumbre de las auroras. Olerás ese destino en las acciones, que postergan el instante que te pertenece. Pasarás como un discurso, sermón desde la sima por los consagrados de las tumbas. Quedarás como símbolo para los captados, que un día al desaparecer, te dejarán sin raíces. Morderás el atardecer con las encías desnudas, sin vislumbres, sin saber qué hacer con el instante último.
lunes, 12 de abril de 2010
Personaje secundario.

Cuando huía todo se iba con él. Decorados más o decorados menos, el guión era el mismo y su papel lo tenía bien aprendido. Era amargo y seguía amargo. Era secundario y seguía secundario. Los aplausos , al final, no serían para él. No sospechaba, el pobre, que eso no era importante, si acaso para el que aplaudía. No obstante huía y huía y el telón ahí, esperando.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...

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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...