Una luna negra declina
al otro lado del telón de fondo
con aullidos declina
con amagos
húmeda de tristeza turbia
Sus rayos de sombra
sucumben
a la mirada de los gatos
que embrujan la memoria
tu tránsito dactilar se desdibuja
se borran itinerarios en mi piel
ya tu aliento no quema
Declina tarda
en el eco de los horizontes
donde los pasos de tu voz
hacen un camino que calla
Me quedo sordo
y a gritos
te llamo con otro nombre
A veces
alguien responde.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
8 comentarios:
Ese grito es nostalgia pura y cristalina, un grito de amor.
Un abrazo.
Lo que más duele es gritar cuando ya te has quedado sordo, sordo que quien amaste. Esa sordera es un aullido por mucho tiempo.
Bellísimo poema.
Un saludo
Gritar... lo justito.. mas bien yo soy de ponerme manos a la obra,la que sea, si es restaurar la normalidad, secar las heridas y tirar pa lante..
pues ahí.. .
los gritos terminan desgastando..
BEsos
Ese grito cada tanto es respondido por el eco de una voz amada.
Alicia
¡Que ramate!.
A veces alguién responde
Felicitaciones
Desde argentina
Lydia Raquel Pistagnesi
y si a veces, no encontramos,nos comentamos y ya pasó,es pasado..no hay blog de amigos,yo no lo conozco!
un abrazo gracias x seguirme,muy amable!
un abrazo
lidia-la escriba que no tendrá computadora,hasta el miercoles
Es verdad, un excelente remate. Buen poema. Abrazo desde Buenos Aires.
Entré en tu blog para conocerte. Ahora soy un "complice lector" más.
¿Es bonito Puerto del Rosario? Casualmente voy a Fuerteventura en un par de semanas.
Una sonrisa.
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