lunes, 13 de febrero de 2012

Incomprensiones.

                                                                   Foto realizada con CD.

El reloj
da la cantidad exacta del vacío
espuma de una revelación que nadie escucha

A veces los perros ladran
escépticos
y sus ladridos son mordidas
a una soledad en apuros

Lo demás son termitas
que devoran
el sabor oculto de un minuto

El tiempo
y el reloj
no se hablan.

10 comentarios:

LaCuarent dijo...

Enemigos encadenados irremediablemente
Un placer
Besos

María Gladys Estévez dijo...

Buenísima reflexión en tu poema..
Me ha gustado mucho..
un abrazo

El Gaucho Santillán dijo...

El reloj es el cancerbero del tiempo.

Buen poema.

Un abrazo.

César Sempere dijo...

No se hablan porque no se encuentran.

Julie Sopetrán dijo...

Magnífico poema. Un abrazo.

Abel German dijo...

Un excelente poema por lo que dice, por lo que sugiere y por cómo lo hace. Produce, como casi todos los tuyos, una agradable sorpresa.

Teyalmendras dijo...

El tiempo tan intangible pero cierto.

Un placer encontrar este rincón, estas maravillosas letras.

Saludos almendrados ;)

J.Eugenia Mares dijo...

Mucha intensidad en su poema, el tiempo es silencioso y voraz.
a sido muy grato visitarle, vendré mas seguido a disfrutar la lectura de sus inspiraciones.
dejo mi saludo

Clara Schoenborn dijo...

Guau Andrés...este poema es de ligas mayores. Mi emocionado abrazo y felicitaciones.

GarlaKat dijo...

"El tiempo y el reloj no se hablan". Todo está aquí en "la cantidad exacta del vacio". El tiempo no perdona y el reloj nos lo recuerda perennemente. Excelente.

Calavera.

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