Foto del proceso con Webcam.
El yacente
devenido mortal
en las aberraciones
de una invocación
con alucinaciones
inducidas
en un putrefacto
templo del arrabal
El yacente
se eleva
sin alas
sin viento
entre las moscas
y el hedor
yace el que invoca
y es como un dios
de un olvidado panteón.
7 comentarios:
Todos seremos dioses de nuestro panteòn.
Fuertes imagenes, las de tu poema.
Un abrazo.
Un profundo pensamiento en tu poema..
hay panteones y panteones..
Un abrazo
Al leer la palabra "yacente" no puedo dejar de ver el cadáver de alguien querido. El yacente es un triste despojo, tan vacío...
Profundo poema.
Saludos cordiales.
¡¡Cuántos yacentes devenimos mortales, sin sus despojos que muchas veces son ya cenizas de la nada, sólo por nuestras invocaciones!Me dejaste pensando...Mis saludos y gracias por acompañarme en mis pequeñas letras. Haydée
Todos los yacentes terminamos como los dioses de un olvidado panteón, pero con la ventaja de que al menos existimos alguna vez. Un abrazo amigo.
Precioso. Ojalá todos yacemos así: sin vergüenza, sin pena, con naturalidad.
Abrazos,
Sí, Andrés, existe la posibilidad de esa redención. Gracias por decírnoslo de un modo tan original y hermoso.
Publicar un comentario