miércoles, 8 de agosto de 2012

La mirada de mi gato.

                                                                   Imagen de Google editada por el autor. 

La mirada de mi gato
traspasa la lluvia
mirada
y lluvia
ausentes
y ronronea
distante
sobre los libros
en mi casa perdida

Mi gato
me mira
solo mirada
tenue
irrecuperable
como un arañazo más
en el pergamino
donde me cuento
y disuelvo
como mi gato.

5 comentarios:

lichazul dijo...

es cierto los gatos miran y nos traspasan y nos perciben absolutos, en casa hay dos y son sin duda reencarnaciones de una deidad


un aBRAZO

Anónimo dijo...

Este es un poema excepcionalmente emotivo, cargado de añoranzas. ¿Quién no es mirado desde lejos, en el tiempo, por un gato imposible como ése? ¿Quién no lo busca por las habitaciones de las nuevas casas donde vivimos, como si aún fuese posible que nos encontrásemos con su "mirada tenue"? -Hermoso texto, Andrés.

Un abrazo.

Abel German

María Gladys Estévez dijo...

Dos almas en un poema..
Bello
Un abrazo

Pluma Roja dijo...

Los gatos vigilan, los siameses aparte de vigilar te cuidan se quedan quietos y espera un un mimo de tu parte como disolverse con él.

Hermoso poema.

Saludos cariñosos.

Marinel dijo...

Yo tuve varios de estos felinos siameses de mirada diamantina y hermosa,tanto como profunda.
En sus ojos me evadía y creo que pensaba que era un acto reciprocidad,porque ellos también parecían diluirse en mi mirada.
Ya ves como se puede desvariar ante una mirada...
Besos.

Calavera.

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