miércoles, 17 de diciembre de 2014

La caída como vuelo.


 

 

El voluptuoso sesgo

de las palabras

y el viento

más el eco mudo

del graznido

de un  ave sin alas

precipitándose

al suelo como cielo

sin enterarse.

 


1 comentario:

Abel German dijo...

Sí, Andrés, lo que importa es el hacia dónde, el fin, cómo termina. La cuestión no es volar, la cuestión es que el vuelo desafíe realmente algo y uno pueda controlarlo. Etcétera. Como siempre, nos haces pensar.

Un abrazo.

Calavera.

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