Después de la muerte de él, ella se resistió a la soledad. Se aferró a la hora del té. Un viejo samovar de dudoso estilo, una mesa, un espejo, dos tazas humeantes y algunas golosinas. Siempre a las cinco de la tarde. Él ahí, fuera de toda edad, íntimo y solícito. Ella, digna en su coquetería senil, con gestos casi felices. Los recuerdos en cada sorbito.
- El té es la eternidad...¿verdad?- ella le pregunta.
Él sólo sonríe.
- ¡Sí!- se responde ella y bebe, bebe y sonríe.
10 comentarios:
Conozco o conocí una situación muy similar. Ella después de la partida del gran amor de su vida, puntualmente cenaba y almorzaba con sus recuerdos, le hablaba y le servía su plato y su taza de café.
Un abrazo.
compañero Andrés, qué placer para los sentidos deambular entre tus textos. bravo por tu trabajo!
un abrazo grande!
g.b
Hay veces que el único modo de sobrevivir es aferrarse como sea a los recuerdos del pasado, y hacerlos presente.
Un placer leerte Andrés
En el "Nombre del Viento" el protagonizta dice que la mente tiene 4 cuertas para salvar el dolor
1. el sueño
2. el olvido
3.la lucura
y 4. la muerte
Tu prota ha elegído la segunda.
Venía a agradecere por segui mis pasos y si me lo permites me quedo y fisgoneo por este tu barrio
Saludos
en ocasiones el aferrarnos
a un recuerdo es conservar
la cordura
un abrazo
EL TÉ...No sé si es eternidad,pero para mí contiene muchos TÉ:
-TÉ RECUERDOS...
-TÉ CIUDAD
-TÉ FAMILIA
-TÉ CRISIS
-TÉ TERTULIAS
-TÉ AMISTAD...ABRAZOS...
Entonces definitivamente creo ,que sí,
TÉ ES ETERNIDAD,AMOR...BEBAMOS NUESTRO TÉ SIEMPRE A LAS CINCO DE LA TARDE...HASTA EVAPORARNOS TOTALMENTE...me gustó. Sigamos en contacto.
simplemente hermoso, he conocido a algunas personas así...y es tal cual
besitos de luz
Este texto tiene la calidez, la ternura y la tristeza de la nostalgia. De la resistencia al olvido. De la fuerza que tienen los rituales para oponerse a los estragos de las pérdidas. Es un relato (insisto) que fluye con esa lentitud propia de la tristeza. De ahí su eficacia. Y su belleza. Y digo relato en lugar de poema, aunque la frontera entre ambos es, en este caso, bastante difusa. Un acierto más.
Amor eterno a sorbitos de té de las cinco???...no!! no quiero ser así cuando sea viejecita...quiero amor no eterno ni etéreo y quiero champán o café a todas las horas que quiera y no a las cinco ..y sin fantasma al lado, sino con amores temporales de carne y hueso hasta que la de la Parca me impida seguir con mi locura ..:)))
El té, siempre a las cinco de la tarde,para mí significa,todas las horas del placer,exactamente,las 24 horas de cada una de mis vidas,marcadas por un reloj de energía...cuando mi madre tierra,baila y gira mostrando la más perfecta coreografia...
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