martes, 9 de noviembre de 2010

Miradas en el límite.



Me miras
me digo
mientras me asomo a esa foto
niño
Yo
ojos blanquinegros

Desde la muerte me miras
devorado por los relojes

Soy de otra manera
¿sabes?
Tú tampoco eres como te recuerdo
pero en fin
algo nos une

Nunca sabré como mirabas

Nunca sabrás como yo miro.

7 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

A veces, las vidas no coinciden lo suficiente.

Buen texto.

Un abrazo.

Kela dijo...

Me ha gustado muchooo :)
Un saludo.

César Sempere dijo...

Texto refinado.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

hay muchos seres que no conocemos o no conoceremos, a los cuales quisiéramos palpar; ellos de igual forma. tremendo texto!!
un abrazo

Abel German dijo...

De nuevo la intensidad de tus textos. Intensidad lírica; intensidad existencial; intensidad filosófica. Al leerlo queda la nostalgia de ese que fuimos, un imposible, alguien que seguramente fue de otra manera, mirándonos a la vez que lo miramos, conscientes de que (al igual que en el cuento de Borges) somos dos extraños que se miran. Sólo que en tu poema (como en la vida) uno de ellos ha muerto.

ABRAXAS CADIZ dijo...

No está muerto, aún vive en ti, y merece la pena ir a buscarlo.
Un abrazo.

Clara Schoenborn dijo...

excelente esa imagen de muerte en vida...me dió deseos de escribir un poema que tenga un verso que diga " cargo con todas mis muertes, esos funerales colgantes en el tiempo ido"... un saludo Andrés

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