lunes, 10 de octubre de 2011

La sombra del padre.

                                                                   Foto hecha por el autor con cámara digital (Los Molinos, Fuerteventura)

Precede
dijo
arrebatos
y tribunas
una equidistancia de futuro
                                              inalcanzable
estornudos
y blasfemias de los famélicos
                          que se arrastran
en el banquete
donde cada uno tiene su ración de miseria...

Morir de cuartos menguantes
                             planificados
la pared
              y el látigo
                               invisibles
una jubilosa condena
                      como promesa
y todos culpables
por el pecado original
de haber querido ser responsables

La sombra
sin espada
del padre
en el extremo de la mesa
desintegrándose
sin una disculpa.

3 comentarios:

Abel German dijo...

¡Qué buen poema, Andrés! Es una magnífica descripción de cierta frustración y cierto sentimiento de culpabilidad histórica que puede aplicarse a diferentes realidades. Una denuncia certera contra el verdadero culpable que es el caudillo o el dictador (cualquiera que éste sea) condensado en esa figura del padre que desaparece sin disculparse.

Anónimo dijo...

… si la culpa te lleva, te pierde y ahoga?… para que disculpas si no hay emancipación… vale la pena un adiós. Buenísima entrada. Salud!

Sergio dijo...

Excelente escrito. Se siente una fuerza nacida desde lo más profundo.
Me encanto morir en esos cuartos menguantes.

Saludos.

Serge.

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