Foto hecha por el autor con cámara digital (Los Molinos, Fuerteventura)
Precede
dijo
arrebatos
y tribunas
una equidistancia de futuro
inalcanzable
estornudos
y blasfemias de los famélicos
que se arrastran
en el banquete
donde cada uno tiene su ración de miseria...
Morir de cuartos menguantes
planificados
la pared
y el látigo
invisibles
una jubilosa condena
como promesa
y todos culpables
por el pecado original
de haber querido ser responsables
La sombra
sin espada
del padre
en el extremo de la mesa
desintegrándose
sin una disculpa.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
3 comentarios:
¡Qué buen poema, Andrés! Es una magnífica descripción de cierta frustración y cierto sentimiento de culpabilidad histórica que puede aplicarse a diferentes realidades. Una denuncia certera contra el verdadero culpable que es el caudillo o el dictador (cualquiera que éste sea) condensado en esa figura del padre que desaparece sin disculparse.
… si la culpa te lleva, te pierde y ahoga?… para que disculpas si no hay emancipación… vale la pena un adiós. Buenísima entrada. Salud!
Excelente escrito. Se siente una fuerza nacida desde lo más profundo.
Me encanto morir en esos cuartos menguantes.
Saludos.
Serge.
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