jueves, 6 de octubre de 2011

Las cosas llegan.

El autor retratado por su esposa (Cámara digital-Fuerteventura)

Sin que uno las espere
llegan
se desparraman
inflan
encogen
expelen desorden
sobre la superficie cotidiana
expresando su condición
con sus caprichos formales
y sus inquietantes maneras
de cambiarnos

Eso
aunque las esperes.

7 comentarios:

Abel German dijo...

Este poema tiene la gracia del ritmo y la transparencia, tanto como de la verdad incuestionable y básica. Sí, Andrés, tienes razón: las cosas suceden las esperemos o no. O sea, podemos preverlas, pero a veces (muchas) nos sorprenden, y ocurran de un modo o del otro, sus consecuencias son diversas. Y tu modo de decirnos esto vuelve a ser genial.

Pluma Roja dijo...

Una realidad dicha con el misterio que encierra una verdad que por ser tan conocida es desconocida.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

La ansiedad es la enemiga numero uno del hombre. Esperar es como quedarse quieto, paralizado, mientras a su alrededor el mundo gira y cambia y uno nota que lo de uno no llega...y teme , se teme que llegue tarde, se teme que no llegue nunca...o que cuando pueda llegar sea uno el que se vaya.
Verónica.

Ico dijo...

Llegan y nos cambian afortunadamente, llegan y nos mueven, nos hace sentir vivos o nos acercan a la muerte. saludos

El Gaucho Santillán dijo...

"Todo llega y todo pasa".

Asì es, ciertamente. Pero tu lo cuentas con mucho estilo.

Un abrazo.

JOAQUIN DOLDAN dijo...

bien dicen que el que espera desespera

brujita dijo...

Las sorpresas que encierra un camino,unas buenas, otras no tanto pero todas ellas nos impelen a caminar y lo hacemos paso a paso ¡como Dios nos da a entender!

Besito volado.

Calavera.

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