viernes, 6 de julio de 2012

Más allá de la luz.



                                                                    Imagen de la Red.


Los muertos
atraviesan la luz
y al otro lado
arriban
como lavados muñecos
para solaz de Dios
que los manosea
y besa
con divino encanto
y les hace contar sus vidas
una y otra vez
hasta que dice con mal humor
¡Eso ya lo escuché!

les arroja
uno a uno
al cesto de la nada
con un irónico
¡Adiós!

                                                                  
                                            

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo: la vida al final es una repetición. Salvo las anécdotas, toda vida es eso: una vida. Y lo dices como siempre del modo más hermoso, que es el de la poesía.

Un abrazo

Abel German

lichazul dijo...

que buen poema, es el reflejo de lo que nos enseñan y con lo que nos atemorizan desde nenes

irse y ser pulso energético en el cosmos ha de ser la experiencia más loca, es pasar de estas dimensiones truchas a las verdaderas

besitos y feliz fin de semana!!!

Calavera.

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