miércoles, 12 de junio de 2013

Otra hambre.

                                                                                     Foto descargada de la Red.



Huele destino

en esos panes

que masticas


hay una dimensión

de necesidad cumplida

un mandato

pero

siempre está lo que llama

y si uno no acude

le devora otra hambre.


5 comentarios:

Guillermo Iglesias dijo...

Hermoso poema, Andrés, tan bellamente ilustrado. Me detengo en los tres últimos versos. Siento que nos devuelven la inocencia, que nos absuelven.
Un fuerte abrazo.

Michelle dijo...

toda una metafora

Anónimo dijo...

Un sencillo y hermoso canto al llamado destino que, como bien dices, es una especie de hambre (de mandato), algo a lo que no podemos escapar. Otro de tus grandes aciertos.

Abel German

Ceciely dijo...

Destino igual Esclavitud…
Siempre habrá una excusa para borrarnos.
profundidad y certeza.
Abrazos Andrés, buen día.

Joshua Naraim dijo...

Se arrastran mis ojos por el territorio del asombro de tus dunas; escucho tu voz muda, densa como el silencio, profunda como el vacío.
Impacta la belleza disfrazada de palabra y me conmueve.
Las soledades compartidas se agradecen.
Encantado.

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