sábado, 13 de marzo de 2010

La cita.

Haré lo imposible si es posible, parece una broma, asuntos de la voluntad. Estaré a esa hora y no otra, pensaré en eso, me sentiré ahí, sintonizaré mis sentidos para que no se me escape el instante, para agotar cada porción de luz, la más diminuta onda o la más esquiva partícula de feromona que me invite al banquete de tus reclamos. Estaré ahí como un dios al que has invocado, con una ausencia irresistible que te hará creer en mí.

2 comentarios:

Robert Soto Legón dijo...

Haré posible el imposible don de escribir una promesa, un deseo cual juramento y que alguien reciba incluso al que nunca llegó.
Paabras mayores esta cita. Muy bueno amigo mío.

Abel German dijo...

Un hermoso canto a la importancia de la ausencia. Una sutileza del amor maduro. De la voluntad y... de la imaginación. Ese juego tremendo que, al final, es el juego.

Calavera.

Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...