Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
domingo, 17 de octubre de 2010
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
7 comentarios:
¿Habrá que temblar cuando despierten?
Un saludo
¿No podría ser también, que seamos nosotros (nuestra alma, energía, espíritu...) la que habita en el animal?.-
PROFUNDO, VÍVIDO...¿NATURAL?
Me da mucho que pensar.
un saludo
Tenemos ese lado animal, el de los instintos, que en efecto a veces despierta. Tal como lo cuentas, sin embargo, cuando dormitan y sueñan es que ocurren (o pueden ocurrir) cosas. Cuando despiertan... ¿Qué ocurre cuando despiertan? Ahí está el agarre del poema. En ese misterio. En esa suspensión del dato. -Un gran acierto.
El instinto primigenio. Siempre està ahì.
Cubierto con una pàtina de civilidad.
Me recuerda a Hesse, y su lobo estepario.
buen blog.
Un abrazo.
Muy profundo. Una buena reflexión.
Un abrazo
Estoy seguro, que despiertan en mi...
magnifica reflecsion.
Salud
Andres
El animal que vive en ti te ayuda a crear todo esto. Cuídalo porque tiene algo especial, ese instinto le da sangre a tus bellísimos poemas.
Besos!
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