sábado, 6 de noviembre de 2010

Diositos alocados.

                                                                                     Dedicado a mi hermano Abel.

    Cae y no sé, pero cae. De pronto, el tiempo se congela en las soleras de la infancia y denuncia un futuro acrisolado, disloque existencial con amalgama. Uno se dispersa, amontona retazos donde el olor se disfraza de relámpagos sabor afrutado,  consecuencia de una fermentación aleatoria de los retozos, mínima precaución irresponsable, descuido ante las alertas que nos arrojan a un ahora con alarmas. La palabra urgencia abre los brazos sobre el universo y nos deja a la espera de los desahucios. Yo diría vamos a jugar, juguemos, jueguitos de guerra en el que nos decimos, estás muerto, a la ligera, porque sabemos vamos a resucitar. Juguemos a "cristitos" bélicos, diositos alocados. Juguemos hermano. Nada en serio. Nos queda mucho tiempo para jugar nuestras fantasías de viejos. El tiempo se descongela, se levanta y seguimos adelante. No sabes cuantos poemas están esperando, cuantos personajes; si lo sabes, ¡siga la guerra!

7 comentarios:

Andrés Díaz Castro(Andestdi) dijo...

La imagen("La persistencia de la memoria" de Dali) ha sido subida de la Red ¡Gracias!

Duna dijo...

Como Duna, y como duna, estoy de nuevo aquí.
Me ha llamado la atención que el espacio abierto y libre de las dunas, lo has convertido en una biblioteca...
Juguemos juegos
donde ni tú,ni yo
somos los ganadores
sino ambos, al unísono.
Qué siga la guerra,
que quedan muchas dunas
y muchos poemas por disfrutar.

Me ha encantado Andrés.
Un beso amigo

Abel German dijo...

Gracias por el moderado y hermoso optimismo. Por recordarme ese refugio que tenemos allá, en en ese comienzo que nunca nos abandona y donde están los juegos, la fuerza, el sueño que a la larga es el sol que descongela el tiempo para que podamos continuar en busca de los poemas y personajes que sabemos aún nos aguardan.

El Gaucho Santillán dijo...

Es un texto que da esperanzas.

eso es mucho, hoy en dìa.

bien escrito.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

ES UNA INVITACIÓN AL SENTIDO COMÚN. LA VIDA Y SUS ADYACENTES, NO SON UN JUEGO! ME TRAMA TU IRONÍA MUY CERTERA Y COHERENTE.
UN ABRAZO

Pluma Roja dijo...

Bueno, pues a jugar se dijo. Un texto que dentro de la angustia que maneja deja entrever un hálito de luz.

Dejo un fuerte abrazo y un gran beso.

Hasta pronto.

César Sempere dijo...

Que siga con la fuerza de tus palabras.

Un saludo,

Calavera.

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