lunes, 16 de mayo de 2011

Canción pétrea.

                                                        Foto del autor (teléfono).

    Supongo quiero escuchar el canto de las piedras, ese lamento sordo de olvidados cataclismos. Las huellas se han exiliado en lo común y es imposible deletrear el sentido de las vetas. Hay demasiada paciencia telúrica detrás de sus formas, como un silencio atemporal preñado de gritos. Será preciso un escultor para arrebatarles el poema. Una amorosa violencia con ojos en los dedos, dedos impacientes de mortal que se resiste. Sólo entonces podré escuchar con los ojos.

2 comentarios:

Abel German dijo...

Un hermoso canto a la Gran ambición de la Poesía: alcanzar lo inalcanzable. O, lo que siendo imposible, el poema torna posible. Yo acabo de escuchar el canto de las piedras. Yo acabo de escuchar con los ojos. Y te lo agradezco.

Clara Schoenborn dijo...

Es posible que un escultor sea capaz de crear poesía de una piedra, pero solamente el poeta podría hacer poesía de una simple y llana piedra, así como lo has hecho tú. Un saludo.

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