martes, 5 de octubre de 2010

Temblor jueves.



Tiembla jueves por lo no dicho


que recordaremos el viernes


por esas asfixias calculadas


que propician


los extraños orgasmos de los ahorcados




Una lluvia fina


(a pesar de las hojas


y el desencanto)


sabe de ti


me lo susurra




Me quedo con el gusto a pájaros mojados


y a una chica que corría


desnuda bajo su ropa




No hubo otra memoria para el viernes.

7 comentarios:

Bárbara Himmel dijo...

..lo que no se dijo..aunque tarde se diga,,no tendrá el mismo efecto y ya no será el recuerdo del día anterior ,sino el arrepentimientio,por no haber hablado..no nos quedemos con eses "asfixias calculadas"...
saludos
bárbara
ten una buena semana!

Palabras como nubes dijo...

Los viernes no tienen más memoria que la propia. Que tiemblen los jueves eternamente.

Me gustó mucho

Saludos
Jeve.

María dijo...

La memoria, sólo no queda del pasado.
Mantenerla, únicamente si no infiere en el hoy.
Hermosas palabras, hermosas...

Pluma Roja dijo...

Interesante eso de los orgasmos de los ahorcados. Me intrigan.

Saludos cordiales, un fuerte abrazo.

Clara Schoenborn dijo...

Hay frases de tu poema que las leo varias veces como ese dulce que uno no quiere que se le acabe. Son realmente fascinantes. Un abrazo.

Abel German dijo...

Hermoso y, hasta cierto punto, misterioso poema. Y ya se sabe que la belleza y el misterio constituyen valores esenciales de la esencia de la poesía. Otro puñado de versos que agradecerte.

Miuris dijo...

Escribo y tiemblo miércoles, imaginando lo no dicho.
Tal vez no ocurra, sin embargo es posible que ni el jueves, el viernes o el sábado, lleguen a aclararse esos misterios, es una pena, porque siempre hay que hablar.

Es un poema que tiene una sustancia subliminal, pero he tejido sobre sus letras, una historia especial que de seguro, nada tiene que ver con la idea del autor.

Hermoso poema para ponernos a pensar.
Saludos.








Una lluvia fina


(a pesar de las hojas


y el desencanto)


sabe de ti


me lo susurra




Me quedo con el gusto a pájaros mojados


y a una chica que corría


desnuda bajo su ropa




No hubo otra memoria para el viernes.

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