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Una de estas noches
perderé el rumbo entre lagartos
tonos azules
y graznidos de pájaros
en árboles milenarios
heridos por el rayo
que susurra
un trueno manso
en mis oídos
Una de estas noches
buscaré nombres
y rostros
en el gran bosque de los olvidos
sin otra luz
que la de los cocuyos moribundos
Una de estas noches
estaré muy lejos
mucho más allá del sueño
más allá
lejos
y no podré despertar.
Blog de poesía y aproximaciones. Todo es posible en el territorio del asombro. Balbuceos de criatura encomillada por infinitos desde su soledad compartida.
jueves, 1 de septiembre de 2011
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Calavera.
Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
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Casa que atesora la oquedad dejada por el único que la habitó y tuvo en ella la irrepetible cita con el unive...
6 comentarios:
Este poema tiene algo turbador, un misterio que es, a la vez, parte y, en cierta medida, esencia de la vida. Esa incertidumbre de la certidumbre. Por eso, y por cómo lo expresas, es un gran poema.
estoy de acuerdo con Abel...
Es esa noche a la que todos llegaremos y gracias a la vida que llegaremos. Me encanta ese paisaje "macondiano" con elementos que se retuercen y expelen aromas ácidos. Gracias por visitar mis letras Andrés. Te había echado de menos. Un abrazo.
Bello poema,y esta parte me parece espectacular,"sin otra luz que la de los cocuyos moribundos"preciosa!!!!!!.Salud!!!
Inquietante tu palabra y subyugadora la imagen que inevitable aparece entre los alientos de la vida.
Un placer inmenso, Andrés.
Mi beso.
Qué hermoso!!!
me ha encantado pasar de visita, sin hacer ruido, porque la palabra ya lo llena todo!
eljardindemiduende
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