lunes, 2 de marzo de 2015

Herir las circunstancias.





Herir las circunstancias
con una estocada
de indiferencia


Vivir 
como el que pasa
a bordo de un bajel de viento
dislocando veletas
con el desapego
de los que han perdido la memoria
y ya no temen a la muerte.

   

   

2 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Profundo y filosófico.

Muy bello.

Saludos cariñosos.

Abel German dijo...

Percibo en él una gran sabiduría que viene de los antiguos, sobre todo de los chinos. Y mucha poesía.

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